La ética del orientador familiar


El profesional de la orientación familiar debe tener un estricto código ético para poder desarrollar su trabajo.

Desde el punto de vista ético lo que se debe buscar en un orientador familiar es:



Competencia. Eso significa estar técnicamente preparado, y ser una persona que está en formación permanente, porque siempre van surgiendo nuevos estudios que ayudan a comprender las problemáticas familiares.

Coherencia. Un orientador familiar no puede vivir de manera contraria a lo que orienta, eso mermaría su impacto en la vida de quienes le consultan.

No maleficencia. Todo lo que hace el orientador familiar debe tener como fin aliviar el sufrimiento de las personas que lo consultan. Eso implica no hacer nada que provoque daño al paciente o a su familia. Es un principio bioético que respeta siempre la dignidad de la persona y sus derechos.

De beneficencia. Eso implica buscar siempre el bienestar de la persona que lo consulta y la preocupación por sus intereses y plenitud personal.

Privacidad y confidencialidad. Especialmente en orientación familiar debe respetarse al máximo el secreto profesional, especialmente por el tipo de información que se maneja. Sin embargo, en este aspecto es preciso señalar al menos cinco elementos a tener en cuenta.
  • Secreto natural. Es importante cuidar la información porque al tratar con la vida personal y familiar surgen datos que fuera de ese núcleo podrían dañar.
  • Secreto prometido. Señalar explícitamente que en la orientación todos los secretos son confidenciales.
  • Secreto pactado. Porque se lo acuerda explícitamente al comenzar la orientación.
  • Secreto profesional. Porque es parte del deber del orientador. La única posibilidad de saltarse el secreto profesional es si la información que se tiene es vital para proteger la vida del paciente (violencia extrema, anorexia, bulimia, adolescentes que se autodestruyen, etc.), pero debe manejarse con cuidado y siempre para proteger.
Tiempo correcto. Un buen orientador procurará ayudar a sus pacientes en el menor tiempo posible, lo que implica no alargar los procesos de orientación más de lo necesario.

Un profesional de la orientación familiar que no respete estos principios éticos, está descalificado para ejercer como orientador.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez

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