Parejas sin hijos, la nueva tendencia


No se puede obviar lo evidente. Los tiempos que vivimos exigen nuevas respuestas y planteamientos que nos obligen a ver la realidad que vivimos. Hasta 1950 se creía que una familia estaba compuesta por “padre”, “madre” e “hijos”. Sin embargo, a partir de esos años, y lentamente, se produjo un cambio paulatino que nos tiene en la actualidad frente a una nueva realidad: Parejas que desean vivir juntos y tener un proyecto de vida, pero donde deciden no incluir hijos.
Las razones son variadas. Trabajo y dinero, son dos componentes muy fuertes, especialmente en países donde es cada vez más difícil vivir con una sola entrada monetaria, y no hay espacio para mujeres criando hijos en casa.

Digamos a manera de premisa, que tener hijos es una opción, no una obligación. Así que no se trata de condenar a quienes no quieren tener hijos, sino de entender un fenómeno que por su misma naturaleza amerita reflexión y no generar culpas.

Hay un componente que nada tiene que ver con dinero y trabajo, sino con la forma en que se está enfrentando la vida en la actualidad. Muchos creen que es posible ser perfectamente feliz sin necesidad de tener hijos. Hace algunos años se solía presionar a las parejas para que se convirtieran en padres. Se suponía que no estaban “completas” sin hijos. Las cosas cambiaron, esa ya no es una suposición que muchos validen.

El ingreso al mundo laboral de la mujer, explica en parte el fenómeno, pero también el que muchas mujeres simplemente, están eligiendo otro proyecto de vida sin tener que pensar en hijos. No se trata de egoísmo ni de ningún otro estereotipo culposo, sino sólo de ver la vida desde una óptica diferente.

En inglés se acuñó un término para definir estas parejas y las llaman “childfree” (libre de hijos). El fenómeno va en aumento. Según un artículo de la revista Times, 1 de cada 5 mujeres norteamericanas no quiere tener hijos, el doble de lo que ocurría en 1970. El fenómeno se ha extendido por todo el mundo, salvo en países donde las mujeres carecen de derechos y están obligadas por la cultura a tener hijos.

También se ha acuñado el término DINK (Double Income No Kids) es decir “doble salario sin hijos”, un fenómeno también en crecimiento. Según un artículo del diario el Clarin de Buenos Aires, al menos un 25% de las parejas jóvenes está eligiendo este estilo de vida. La mayoría de estas parejas pertenecen a niveles socio económicos altos, poseen estudios universitarios y hablan más de un idioma.

Lo que es un hecho es que el concepto de femenino cambió. Ya el ser mujer no se define por tener o no hijos, sino en muchos aspectos por realización personal o desarrollo de vida, incluso, en términos paritarios con los varones.

Por otro lado, muchas parejas eligen, antes de tener hijos, asegurar su estabilidad económica, laboral y personal. Eso implica posibilidad de viajar, realizar estudios de posgrado, y paulatinamente se pasa el tiempo, y ante la edad, muchos optan por quedarse en la situación en que están.

Un hecho que no se puede soslayar es que criar hijos no es barato. Pensando en alimentación, salud, vestuario, educación en un proyecto que lleva al menos 20 años, el asunto no es fácil, y las condiciones en las que se vive en muchos países, evidentemente hace difícil la paternidad. Por eso algunos países están haciendo esfuerzos por subvencionar a las parejas con hijos, especialmente por el temor al envejecimiento de la población.

Desde la orientación no es un tema fácil. La mayor cantidad de consultas se refiere a la presión familiar para que tengan hijos y el estrés y conflicto que eso causa, y por otro lado, la presión que desde congregaciones religiosas se hace sobre parejas que eligen no tener hijos, cargándolas de culpa por algo que es sólo una elección personal.

Tener hijos es algo que cambia toda la vida. Es una experiencia sumamente importante. Nadie merece que lo presionen, ni tampoco que le impongan un modelo de vida que es válido para unos, pero no debe ser así para todo el mundo.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez

1 comentario :

  1. Quienes deciden no tener hijos, se pierden una tremenda bendición. Pienso que la meternidad es el mejor don que Dios le dió a la mujer. Al pasar el tiempo, la soledad pesa, pero bueno, cada uno con su tema. Gracias por la reflexión, aunque no la comparto..

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